En este momento la llamada "papa de oro", por su color; está siendo investigada en Italia por poseer tres genes de una bacteria, ser rica en vitaminas A y D y ser capaz de conservarlas aún tras la cocción.
La revista Plos One escribió que la papa de oro promete ser una herramienta clave para combatir las enfermedades ligadas a la carencia de vitaminas, sobre todo en los países más pobres.
Se calcula que una porción de 150 gramos de esta papa provee a un niño el 42% de la la vitamina A necesaria y el 34% de la vitamina E.
La Agencia Nacional Italiana para las Nuevas Tecnologías (ENEA), con sede en Casaccia, cerca de Roma es la encargada del proyecto. El investigador a cargo es Giovanni Giuliano, con financiación del Ministerio de las Políticas Agrícolas italiano y la Unión Europea.
La misma porción aporta a las mujeres el 15% de la cantidad recomendad de vitamina A y el 17% de vitamina E. Los investigadores partieron de la "variedad llamada Desirée, comúnmente usada y con un bajo contenido de carotenoides, los precursores de la vitamina A", dijo a la agencia ANSA Giuliano.
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