Saturday 20 de April de 2024
CUERPO & ALMA | 01-10-2017 10:00

Blancanieves y la campaña política

Uno de los factores más relevantes en el diseño estratégico de una campaña es la imagen.

Por Guillermina Rizzo*.

“¡Espejito, espejito! ¿Quién es la más hermosa de esta región?” es la pregunta inmortalizada por los hermanos Grimm en 1812; la historia de maldad asociada a la envidia narra que una malvada madrasta manda a matar a Blancanieves, una legión de enanos la preservan en un ataúd de cristal, luego expulsa el trozo de manzana envenenada y se casa con un príncipe.

¡Tranquilos lectores! La reflexión sobre la infancia la escribí en el mes de agosto; la columna de hoy versa sobre la campaña electoral y el proceso de construcción de imagen del candidato, sí, masculino, porque a pesar del 50/50, de la conquista de espacios, todavía en su mayoría los candidatos son hombres.

Es sabido, al menos para los que se lanzan a la contienda, que uno de los factores más relevantes en el diseño estratégico de una campaña es la imagen; si bien décadas pasadas el peso de la balanza se inclinó hacia los ejes o plataforma del partido, la cultura de la imagen generó que todo aquel que pretende lograr un buen resultado cimiente un perfil que funciona casi como un ícono a partir del cual comunica las ideas y las propuestas. Dicho proceso supone una construcción entre significado y significante, así los votantes asocian dicha imagen con ciertas ideas.

Encender la radio, el televisor, transitar por las calles es en estos momentos un encuentro plagado de imágenes de candidatos que intentan llamar la atención, persuadir y convencer para obtener el tan ansiado voto. La exposición de los postulantes es cada vez mayor y en medio de esta vorágine mediática a la que todos estamos expuestos es posible que se le conceda más relevancia a la imagen que a las ideas.

Dicen que “una imagen vale más que mil palabras”, y los votantes/espectadores en su gran mayoría buscan entretenimiento, esparcimiento y alejarse de aquellas propuestas monótonas y aburridas, por ello en los últimos años los candidatos debieron asumir el desafío de explicar sus ideas de forma amena, en pocas palabras, con claridad y atendiendo a la imagen que proyectan,

pues se sabe que “el zapping” los hace desaparecer.

La mirada, la sonrisa, el tono de voz, los gestos, la forma de moverse, el peinado, la vestimenta, hacen a la imagen física, lo que enuncia, cómo lo dice, la experiencia, sus conocimientos, su honestidad, inteligencia, carisma, acciones, omisiones, se combinan y conforman una representación mental del candidato en la sociedad.

Resulta un gran desafío amalgamar tal multiplicidad de elementos, habrá quienes permanecen esclavos de la sastrería, el blanqueamiento dental y el discurso demagógico, adulador minimizando al electorado; habrá -muy pocos- quienes a la antigua dedican horas a la formulación de propuestas –a veces muy buenas- que luego se tornan inentendibles, y es esperable que haya quienes han dedicado la vida – o al menos gran parte de ella- a edificar ideas e imagen, sabiendo que no basta con un asesor de vestuario sino que además es necesario conocer el contexto e interpretarlo para poder definir ideas, delinear programas y políticas eficaces e innovadoras que solucionen o den respuestas a las necesidades de la gente.

Sara Jesica Parker como Carrie Bradshaw 20220419
Leé también
Empoderada al fin

Si Blancanieves no fuera una historia de fantasía y los hermanos Grimm estuvieran vivos, estimo que serían los consultores políticos del momento, pues el espejo tenía “la facultad” de devolver la imagen real y además hablaba, más de un candidato evitaría pagar encuestas, ahorraría tiempo, dinero y, ante la pregunta “¡espejito espejito! ¿Cómo estoy para las elecciones?”

Seguramente junto a su legión de “enanos” asesores se preservaría por un tiempo en el ataúd de cristal o revisaría su estrategia, mientras, los más afortunados se prestarán a celebrar.

(*) Dra. en Psicología. Columnista en medios de comunicación.  | Twitter: @guillerizzo

Galería de imágenes

En esta Nota

Comentarios