Saturday 20 de April de 2024
ESTILO MARIANA | 30-08-2017 11:37

Un paseo por el Báltico: Copenhague, primera parada

El norte de Europa tiene una irremediable prestancia y a la vez sencillez que atrapa.

El norte de Europa tiene una irremediable prestancia y a la vez sencillez que atrapa.

Ciudades silenciosas y evolucionadas que transmiten, que después de mucho andar, encontraron un punto justo de calidad de vida. El mar Báltico es el testigo de una historia que llevó a la civilización de esas tierras a elevarse y hallar una forma de vida que se desarrolla hacia el interior. El frío extremo del invierno y la falta de luz hace que la vida diaria tenga todo para disfrutar puertas adentro.

Nada mejor que subirse a un barco, en este caso fue un crucero (Norwegian Getaway), para recorrer esas tierras y entender una cultura muy distinta a todas, sentir el espíritu de los países nórdicos, escandinavos y llevarse una experiencia que transforma.

El Báltico es un mar interior del norte de Europa abierto al mar del Norte y, finalmente, al océano Atlántico a través de los estrechos de Kattegat y Skagerrak. Los países que lo rodean son (empezando por la península Escandinava) Suecia, Finlandia, Rusia (San Petersburgo), Estonia, Letonia, Lituania, Polonia, Alemania y Dinamarca.

Iniciamos el viaje en Copenhague, Dinamarca, la ciudad más grande y elegante de Escandinavia. La tierra de Hans Christian Andersen, el autor de La Sirenita. Castillos, catedrales y canales son algunos de sus tesoros. Esa tarde que llegamos, lo primero que hicimos fue buscar un restaurant de comida escandinava recomendado, ubicado en el barrio Vesterbro ( Kod Og Flaeskehal), uno de las zonas donde se centra la vida nocturna, que antiguamente era un mercado de carne donde se subastaban las reses.

Una guía nos acompañó al día siguiente a conocer los monumentos más importantes del barrio antiguo. Es ideal salir en bicicleta, algunos hoteles las alquilan, toda la ciudad tiene bicisendas sumamente respetadas por todos; resulta accesible recorrer de esa forma y llegar a los lugares más lejanos. El tren y metro están preparados para subir con la bici. Así llegamos al Palacio de Amalienborg, la residencia de la Familia Real Danesa, compuesta por cuatro edificios de estilo rococó.

La Catedral de Nuestra Señora, es la catedral de la ciudad de Copenhague y es la sede de la diócesis luterana desde que ésta fue creada en 1922, está dedicada a la Virgen María. Otro punto para visitar es la ópera de Copenhague (foto), un teatro moderno que se inauguró en 2015. Los jardines, fuentes y las flores en esta época del año completan el placer de conocer un destino imperdible. Una política oficial de Copenhague establece que todo ciudadano podrá alcanzar un parque o una playa a no más de 15 minutos de recorrido a pie. Y así es!! Una particularidad es que varios cementerios tienen una doble función, aunque conservan la tradicional, también sirven de parques públicos. El cementerio Assistens, donde está sepultado Hans Christian Andersen es un importante pulmón del distrito de Indre Norrebro. (Foto)

Para ver tiendas, tendencias no nos perdimos la calle peatonal (Strøget) que nos llevó a los diseñadores más modernos del mundo. El diseño en el norte de Europa es una de los aspectos que más nos motivaron a lo largo del viaje. Tendencias minimalistas, colores neutros, lineas simples. La gente en la calle se viste con armonía, de manera elegante, canchera y simple. Combina colores con buen gusto (grises, nude, blanco, negro), y Nyhavn o “Puerto Nuevo” es un paseo marítimo, canal y zona de ocio del siglo XVII al sur del teatro Real, colores brillantes, bares, cafeterías y restaurantes, tiene muchos barcos históricos de madera. El barrio Hippie que despierta curiosidad es Christiania, donde hay libertad total para consumir y comprar distintos tipos de marihuana. Tiene sus propias reglas y se estableció con un estatus semilegal de comunidad de vecinos que se autoproclama independiente del Estado danés.

En Copenhague, el ambiente puertas adentro siempre es cálido, la luz en invierno es escasa y el frío de mucha intensidad, eso hace que la creatividad se utilice para generar ambientes que te reciben ante la adversidad de la calle. “Hygge” es el concepto danés por excelencia. ¿Que significa? Si le preguntamos a un danés qué es hygge, puede respoderte: sentarse frente a la chimenea en una noche fría, también es comer galletas de canela hechas en casa, tomar un rico té. Hu´ga, así se pronuncia, significa ACOGEDOR. En realidad es más que eso, es una actitud ante la vida y es lo que hace a Dinamarca el país más feliz del mundo.

Nadie quería acompañarme al parque de diversiones en el que parece haberse inspirado Walt Disney, Tívoli, en el centro de la ciudad, presume de ser uno de los parques de atracciones más antiguos del mundo, abrió sus puertas por primera vez en 1843. Vale la pena visitarlo de noche, con las luces y sus antiguos juegos conserva cierto misterio.

A media hora de tren es imprescindible la visita al museo de arte contemporáneo Louisiana, que está fuera de Copenhague y que es un equilibrio perfecto entre arte, arquitectura y naturaleza. Un lugar perfecto para pasar el día.

En una próxima entrega les estaré contando cómo sigue este viaje por el Báltico, recorreremos Tallin en Estonia, Helsinki en Finlandia, San Petersburgo en Rusia y Estocolmo en Suecia a través de las fotos que sacamos en familia en un viaje inolvidable arriba de Norwegian Getaway

Nos vemos!

Twitter: @marianaarias

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