Un reciente estudio sostiene que aquellas personas que tienen gatos están expuestos a contraer una enfermedad llamada toxoplasmosis, algo que los vuelve más propensos a excitarse "con su propio miedo, peligro y sumisión sexual".
Perfilando deseos
La toxoplasmosis es una infección causada por un parásito llamado 'Toxoplasma gondii', que habitualmente se encuentra en la heces de gato.
La investigación sostiene que las personas que contraen la enfermedad son más propensas a excitarse "con su propio miedo, peligro y sumisión sexual" o, lo que es lo mismo, que les gusta que les amordacen y azoten. De ahí surge la relación entre los dueños de este tipo de mascotas, la toxoplasmosis y el sexo excéntrico
Los papás de hoy
El estudio en cuestión se basa en el análisis de más de 36.500 personas en Eslovaquia y la República Checa, algunos de los cuales tenían toxoplasmosis y otros estaban libres del parásito.
El fantasma y el reggaetón
Ante esto, descubrieron que las personas que padecían la enfermedad eran más propensas al BDSM (bondage, disciplina, dominación, sumisión, sadismo y masoquismo), por lo que concluyeron que se debía a un síntoma de la infección, según consignó el sitio Cosmopolitan.es.
Obviamente, sólo porque la persona tenga un gato no significa que definitivamente padezca toxoplasmosis y vaya a empezar a comprar ropa de cuero por doquier, sino que se trata sólo de una posibilidad.
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