Sebastián Girona (*)
Los conflictos y las peleas son inherentes a los vínculos entre los seres humanos. No existe una relación que en algún momento no pueda presentar diferencias. Por supuesto que las parejas entran dentro de esta categoría y no están exentas de discusiones y problemas. Algunas presentan tantos conflictos que se terminan separando pero sin llegar a esa situación las parejas tienen que enfrentar y tratar de superar las disputas en la relación.
Sin ánimo de que sea un ranking, estos son los motivos más habituales por los que pelea una pareja.
La educación de los hijos
La relación con la familia de origen
El manejo del dinero
La frecuencia en las relaciones sexuales
Las tareas de la casa
Es muy habitual, que en todos estos temas, los distintos integrantes de la relación tengan diferentes puntos de vista y que el conflicto surja a partir de la dificultad de ponerse de acuerdo y negociar las distintas posturas.
Es interesante tener en cuenta que por más exitosas que sean las parejas (entendiendo por exitosas a las parejas que hace mucho tiempo están juntas y están bien) siguen discutiendo por los mismos temas que discutían al principio de la relación. También es para destacar que las parejas no se separan por abundancia de conflictos sino que se separan por la ausencia de momentos buenos, que no es lo mismo. Los problemas que puede presentar una pareja se pueden dividir entre problemas que se pueden solucionar y problemas que no tienen solución.
Lo que es interesante pensar a partir de esta idea es tener en cuenta que las parejas se sí o sí, se van a enfrentar con problemas, más difíciles o más fáciles, pero problemas al fin. No existe la pareja color de rosa en donde todo funciona de maravillas y no hay conflictos, pretender tener una relación así implica expectativas muy poco realistas. Los problemas no son lo más importante, la cuestión fundamental es que hace la pareja con los problemas que tiene.
Más allá de los conflictos particulares de una relación, el mayor conflicto que puede presentar una pareja es la distribución inequitativa del poder que circula dentro de la misma. Cuando uno de los dos posee todo el poder de la relación, ese vínculo está seriamente en riesgo y en la ruta del divorcio o la separación.
(*) psicólogo especialista en vínculos
Comentarios