Cuando en Mónaco arranca la primavera, el Baile de la Rosa es el clásico de los clásicos.
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Este año fue encabezado por Carolina, con la ausencia de Alberto y Charlene. La princesa fue la estrella indiscutida de la noche junto a su hija Charlotte quien heredó todo su allure y gracia. También estuvieron el menor de los varones, Pierre, con su esposa la italiana Beatrice Borromeo.
El Sporting Club de Montecarlo recibió a los invitados que pagaron 800 euros por pasar una noche inolvidable. Esta vez, en la 63º edición, el tema fue el espírito vienés, el Art Noveau y el Modernismo. Karl Lagerfeld como director artístico de la gala e íntimo amigo de Carolina estuvo atento a cada detalle.
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