Comienzan a presentarse las colecciones. En este caso, Markova que se inspiró en las playas de Miami con Carla Peterson como figura.
Las reminiscencias de los años 90 actúan como puntapié inicial para definir una paleta de colores vibrantes y un mix de estampas originales que combinan motivos florales, rayas, animal print y cadenas doradas.
La idea es estar a tono con una mujers cosmpolita y activa: De la oficina al cocktail.
La monoprenda sigue siendo protagonista tanto para el día como para la noche, mientras que los vestidos se alargan y las faldas midi son la novedad para un estilo retrochic. La sastrería da un giro inesperado y adopta al pantacourt como su mejor aliado en géneros ultralivianos. El escote en forma de X se presenta como novedad absoluta cuyos recortes geométricos hablan de una nueva modernidad destacando los hombros de la mujer.
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