La segunda hija de la princesa Carolina de Mónaco y el difunto Stéfano Casiraghi, Charlotte Casiraghi, pasó al club de los treintañeros ayer.
Perfilando deseos
A sus treinta años, Charlotte tiene la belleza y estilo de sus padres. No obstante, también quiso cultivar un buen CV y se licenció en Filosofía, tiene una carrera como amazona y organiza jornadas filosóficas en Montecarlo.
A pesar de que no dispone de título nobiliario, ya que en Mónaco no se transmiten por vía materna, tiene el glamour de la realeza. Las mejores firmas del mundo le insistieron para que fuera su imagen, y ella terminó por debutar con Gucci en 2012, marca que la patrocinó en distintos torneos hípicos.
Los papás de hoy
A fines de ese año empezó su relación con el actor marroquí Gad Elmaleh, quince años mayor que ella, con el que tuvo a su primer hijo, Raphaël, en diciembre de 2013.
El fantasma y el reggaetón
Tras su separación en octubre del 2015, comenzó a salir con el director de cine Lamberto Sanfelice, que proviene de una familia de la pequeña nobleza italiana.
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