Por Agustín Gallardo.
Perfilando deseos
A medida que pasa el tiempo, ella va haciendo su camino de forma sigilosa, metiéndose “en el barro”. A su modo por cierto. Es que quizá Juliana Awada jamás se hubiese imaginado realizando actividades entre gente de sectores sociales de menores recursos, o por lo menos distantes al suyo. Ahora, como primera dama –ya sea por motu proprio o porque su nueva figura así lo demanda–, ella se muestra en este campo donde, pareciera, se está entrenando.
Milimétricamente, Awada participa de situaciones protocolares que la acercan a este nuevo universo. Este fue el caso de “la bienvenida al país” que le dio a la segunda dama de los Estados Unidos, Jill Biden.
Los papás de hoy
Awada recibió a la esposa del vicepresidente Joseph Biden en la residencia de Olivos y después compartió con ella una visita a un Espacio de Primera Infancia en la localidad bonaerense de San Martín.
El fantasma y el reggaetón
Luego de la charla que mantuvieron en el chalet presidencial, como anfitiriona la invitó a recorrer la quinta y la huerta orgánica que ella cultiva en los jardines de la residencia. Luego visitaron el Espacio de Primera Infancia “Chispita”. Allí, estuvieron acompañadas por la ministra de Desarrollo Social, Carolina Stanley, quien a esta altura ya es como una gurú presencial en este tipo de actividades. Awada y Biden sirvieron la comida a los niños más pequeños de 1 a 2 años, compartieron un espacio de lectura con los chicos de 3 y 4, con un libro que fue leído tanto en inglés como en español respectivamente, y participaron de un taller de manualidades, algo que ella misma pone en práctica con su hija Antonia. Sin ir más lejos –según contaron a PERFIL–, el domingo pasado, para el Día del Padre, Awada y la pequeña eligieron darle como presente un carta con dibujos.
“Compartimos un buen momento con los chicos y charlamos sobre lo que significan los primeros años de vida, que son los más importantes, porque es ahí cuando tienen que recibir el amor y el cuidado que necesitan para crecer sanos y felices”, señaló Awada quien ese día estrenó un vestido de la próxima colección de su propia marca.
La otra dama. “Mi esposa Jill es hermosísima. Pero también tiene un doctorado, lo que es un problema”. Así, en 2008, presentó Joe Biden a su mujer cuando aún no era vicepresidente. Nacida el 3 de junio de 1951 en Hammonton, Nueva Jersey, Jill se graduó en la Universidad de Delaware, hizo dos masters en las universidades de West Chester y Villanova, y un doctorado en Delaware.
Desde hace casi treinta años es docente en Community Collage, en Washington. Activista por los derechos de la mujer, Biden lleva adelante junto a Michelle Obama la iniciativa Let Girls Learn (Que las niñas estudien), con la que buscan crear conciencia sobre el valor que la educación tiene en la vida de las mujeres. La “doctora Biden”, como le dicen los medios de su país estuvo en Argentina en el marco de una gira que realiza por Costa Rica, Perú y Panamá.
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*NOTA publicada en la Edición Impresa del Diario Perfil.
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