Matilde de Bélgica y Rania de Jordania, juntas. Los reyes del trono Hachemita realizaron una visita oficial en donde se pudo confrontar los estilos de las soberanas.
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Fue un encuentro histórico por ser el primero, y las tiaras lucidas por las soberanas estuvieron a la altura del acontecimiento. La de la anfitriona, de 1926. Los belgas se la regalaron a la reina Astrid por su enlace con el rey Leopoldo III, de clara inspiración griega.
La diadema de Rania, más discreta, estuvo acompañada por unos espectaculares aros.
En cuanto a la ropa, Matilde eligió un vestido rojo con volados en cascada y Rania una falda negra de Balmain acompañada por una blusa blanca de mangas anchas.
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