Por Julia Räsch (para la agencia DPA).
Perfilando deseos
En muchos hogares, el armario de los productos de limpieza parece siempre a punto de estallar. Sin embargo, los especialistas aseguran que para limpiar vidrios, pisos y baños basta con un puñado de productos: un detergente para limpiar la suciedad más grasosa, un limpiador multiuso, con el que se pueden higienizar numerosas superficies, incluyendo el baño, y lavandina para la suciedad más difícil. Con estos tres productos es posible limpiar todas las superficies de la casa.
A veces, también puede ser de utilidad un limpiador ácido a base de vinagre o con ácido cítrico, muy efectivos a la hora de eliminar manchas calcáreas en los bordes de la ducha o la bañera. Estos productos también son efectivos contra el sarro en el inodoro.
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Para algunos especialistas, tampoco puede faltar un limpiador de hornos, ya que cuando algo cae en el horno durante la cocción y no se limpia de inmediato, suele endurecerse y luego es muy difícil de eliminar.
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Lo que debería evitarse a toda cosa son los productos con cloro o los limpiadores de inodoros con ácidos inorgánicos, que dañan el medio ambiente. También otras sustancias afectan los suelos y aguas: tienen nombres químicos como fosfonato, policarboxilato o parafina.
Sin embargo, no todos saben qué hay detrás de cada uno de estos nombres ni qué sustancias son dañinas para el medio ambiente. En algunos países, los productos amables con el medio ambiente tienen una etiqueta que los distingue. Se trata de limpiadores probados y que deben limpiar tan bien como los productos convencionales. En la Unión Europea (UE), por ejemplo, se emplea una etiqueta en forma de flor llamada Ecolabel para distinguir los productos de limpieza que menos dañan el medio ambiente.
También deberían evitarse los productos para desinfectar entre las cuatro paredes de la casa, a menos que el médico recomiende su empleo. Pero no tienen sentido como profilaxis. Varios estudios demuestran que aumenta el riesgo de alergias en niños si se crían en hogares en los que se desinfecta seguido, aunque no está claro si esto se debe a la ausencia de gérmenes o al producto desinfectante.
Para que la casa brille, no hace falta sólo usar el producto adecuado, sino limpiar seguido. De esta forma, no hace falta usar productos agresivos para eliminar suciedad endurecida y difícil de eliminar.
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Además, es importante el trabajo manual: la mayoría de los consumidores buscan limpiadores fuertes para manchas difíciles, sin tener en cuenta que la diferencia puede estar en usar el paño adecuado. Los paños de microfibra suelen absorber la suciedad mejor que un paño normal. También son útiles las esponjas con una capa más dura, que se pueden emplear en superficies más difíciles, así como los cepillos.
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En resumen: con los implementos de limpieza adecuados, es posible reducir bastante el uso de químicos.
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