Friday 29 de March de 2024
CUERPO & ALMA | 18-02-2016 08:56

Los peligros de la zona de confort

Todo cambio siempre se produce alrededor de aquello que no queremos que cambie.

(*) Por Juan José Arévalo

Existe el mito que las personas le temen al cambio, pero las personas no le temen al cambio en sí mismo, sino a aquel cambio que los amenaza o que le es impuesto; temen a que lo cambien. En nuestro estado de ceguera damos explicaciones para no dar el primer paso. ¿Cuáles son los peligros de la zona de confort?

Nuestra zona de confort, también llamada caja de conocimientos, contiene todas nuestras creencias, experiencias y saberes que hemos adquirido a lo largo de nuestras vidas, por lo tanto resulta un lugar muy confortable por lo conocido y tranquilizante de transitar.

El apego a nuestras creencias nos puede colocar en un espacio de ceguera. Cuando se produce la brecha entre lo que vivimos y lo que queremos vivir, aparece el desafío de salir de nuestra caja y si bien, esto desata todo tipo de retos y oportunidades, nos puede empujar a un territorio nuevo, pero desconocido.

Estamos ciegos

En nuestro estado de ceguera damos explicaciones para no dar el primer paso. Las explicaciones pueden ser efectivas y apalancar toda una actitud anticipatoria para el posible cambio y que este no se produzca, dado que las mismas posibilitan quedarnos en historias que resultan efectivas para que expliquemos por qué no conseguimos los resultados efectivos para resolver la brecha entre lo que obtenemos y lo que no estamos logrando, pagando el precio de no obtener lo deseado.

Para aceptar la ceguera, deberemos abandonarla, declarar ¨basta¨ se puede convertir en el primer paso para cambiar la obtención de los mismos resultados. Distinguir que no estamos consiguiendo los resultados buscados es el primer paso para comenzar a salir de nuestra caja de confort. Pero, ¿cuáles son los peligros de la zona de confort?

-Obtener más de lo mismo, o sea una repetición de resultados inefectivos.

-Repetir lo conocido y obtener los mismos malos resultados.

-Estancamiento y parálisis para encarar nuevos proyectos.

-Ceguera e ignorancia sobre algún ámbito o tema.

-Sensación de fracaso, angustia.

El confort de la derrota, cambiar para que nada cambie

¿Qué es lo que realmente quiero?

Podemos estar queriendo algún resultado o cosa material, pero como no estamos realmente comprometidos con ello no lo estamos consiguiendo, o sea que, lo que nos permite alcanzar los objetivos son los compromisos y no solo lo que queremos. Si estamos comprometidos estaríamos queriendo, si estamos queriendo, no necesariamente estaríamos comprometidos, se podría decir que el compromiso es un querer de verdad.

¿Depende sólo de mí?

Somos nosotros los responsables de nuestros resultados y estos provienen de nuestros compromisos, dependerá entonces solo de nosotros, la decisión y la voluntad de salir de la caja de confort, podremos ser apoyados por algún amigo, pariente o Coach, pero siempre tendremos la última palabra para dar el primer paso. Nada ni nadie podrá tener la capacidad de decidir salir de la caja y desafiar nuestros propios paradigmas.

Todo cambio siempre se produce alrededor de aquello que no queremos que cambie. Cambiar para que nada cambie, habla de un temor ancestral al cambio, a perder lo que tenemos por miedo a lo nuevo, que puede ser mejor, que podemos entender que será mejor, pero aun así, la amenaza de lo desconocido, es mayor que los recursos que podamos tener, entonces, para que este miedo disfuncional se convierta en funcional, necesitaremos trabajar sobre los recursos que contamos para hacer frente al mismo y que las amenazas desaparezcan o se vean disminuidas, para poder vencer este miedo al cambio.

¿Todavía no lo intentaste y te sentís derrotado?

Si nos sentimos derrotados antes de intentar algún cambio o acción con el mundo exterior, para cambiar nuestros resultados, podemos decir que tenemos la ilusión de estar interactuando con los que nos rodean, pero en cambio solo estaremos interactuando con nosotros mismos.

Si tenemos conversaciones internas tales como; no voy a poder, voy a fracasar, ¿cómo vamos a poder generar las conversaciones necesarias para poder generar el cambio? Resulta evidente que, cuando hablamos y escuchamos para la derrota, hablamos y escuchamos para la derrota y no para el éxito.

(*) Juan José Arévalo es coach ontológico en M&C Consulting.

www.mycconsulting.com.ar

Galería de imágenes

En esta Nota

Comentarios