En una nueva apuesta por colapsar las redes sociales con imágenes del evento, Dior convirtió la icónica pirámide del Louvre en un majestuoso invernadero cubierto por una montaña de flores de lavanda natural. Allí, en el interior de la estructura montada en la explanada del Louvre y bajo la atenta mirada de Rihanna, entre otras celebrities, Raf Simons presentó su propuesta para la primavera-verano 2016.
La nueva colección se destaca por el diálogo entre lo romántico y lo moderno a través del uso de una paleta de colores limitada al blanco y al negro con algunas excepciones en rojo, borgoña y celeste. Un futurismo de transparencias, rayas, tops y ondas marcó el ritmo de las pasadas: una interpretación suave, femenina y minimalista de la tradición de la prestigiosa firma.
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