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ACTUALIDAD | 01-08-2015 08:07

Dar la teta en público, un derecho que aún incomoda

La foto de Viki Donda con su bebé en el Congreso reavivó una discusión que ya se creía superada. Los expertos llaman a apoyar a las madres que trabajan y amamantan.

Por Florencia Ballarino

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La foto de la diputada Victoria Donda amamantando a su hija de ocho meses en plena sesión del Congreso de la Nación se viralizó en las redes sociales y generó una polémica insólita en internet. Es que mientras muchos usuarios de Twitter y Facebook celebraron la imagen por ser un reflejo fiel de lo difícil que es para las mujeres conciliar maternidad y trabajo, otros la utilizaron para criticar a la abogada por dar la teta en un ámbito público y hasta por mostrar sus senos en la Cámara baja.

Aunque no es la primera que una política argentina amamanta a su bebé en un reciento legislativo –ya lo había hecho María José Lubertino a fines de los 90– la foto de Donda dio la vuelta al mundo. El periódico británico Daily Mail le dedicó un artículo en su versión online y la revista Time destacó que la abogada es “un modelo para las madres-trabajadoras”, en respuesta a las polémicas declaraciones del magnate estadounidense Donald Trump. Es que el republicano aspirante a la candidatura presidencial calificó de “desagradable” a la abogada Elizabeth Beck cuando ésta pidió interrumpir una reunión para extraerse leche.

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Las repercusiones de la foto de Donda evidencian que a pesar de los beneficios indiscutidos de la lactancia materna, aún persiste el tabú de dar el pecho en público. “Todavía genera cierta incomodidad entre los argentinos ver una mujer amamantando en un colectivo o shopping, como demuestra una encuesta de opinión que vamos a presentar el próximo miércoles”, adelantó Carolina Gowland, presidenta de la Liga Argentina de la Leche. “Me llama mucho la atención porque si uno prende la TV a cualquier hora del día, hay mujeres que exhiben sus pechos de una manera mucho más utilitaria. Creo que se debe visibilizar el acto de amamantar, no esconderlo”.

Discriminación. ¿Por qué la sociedad celebra cuando una mujer muestra el pecho con fines sexuales o de entretenimiento, pero critica cuando lo hace para alimentar a un bebé? Para la psicóloga Mónica Tesone, integrante de la Comisión Lactancia Materna de la Sociedad Argentina de Pediatría, tiene que ver con nuestra cultura. “En las sociedades donde no hay vergüenza ligada al amamantamiento, el hombre no siente placer por los pechos femeninos. Los pechos son sexys para nuestra cultura porque nos enseñaron que eran sexys. El amamantar en público no es visto como algo nutricional sino de otra manera. Ahí es cuando aparece el tabú o la censura”, explicó.

A principios de este año, el alcalde de Sao Paulo, Brasil, promulgó una ley que multa a establecimientos que prohíban a mujeres amamantar en público a sus hijos. También en Gran Bretaña hay normas que describen específicamente la prohibición de amamantar en público como discriminación a la mujer. EE.UU, por su parte, aprobó una ley federal que ampara a las madres lactantes pero que sólo es aplicable a las instalaciones del gobierno.

En Argentina, este año se reglamentó la Ley de Promoción y Concientización Pública sobre la Lactancia Materna. Aunque no menciona el derecho de la mujer a amantar en lugares públicos, establece “Espacios Amigos de la Lactancia” en los lugares de trabajo y busca generar conciencia sobre los beneficios que tiene dar la teta de manera exclusiva y a libre demanda desde el nacimiento y hasta los 6 meses, y complementada con otros alimentos hasta los 2 años o más.

Sin embargo, según los datos del último estudio de Situación de la Lactancia Materna en Argentina, elaborado por el Ministerio de Salud de la Nación, el 60% de los bebés de dos meses se alimenta con leche materna exclusivamente, proporción que se reduce al 45% al cuarto mes y al 30% a los seis meses. Es que la lactancia prolongada también genera críticas. “Nosotras decimos muchas veces que las mujeres que amamantan a chicos de más de un año deberían salir del clóset”, sostuvo Tesone para quien las críticas surgen por “desconocimiento de los beneficios a largo plazo de la leche materna”.

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