Casi medio siglo después, en la era Internet, Minujín consiguió una vez más sorprendernos y hacernos sentir plenos, conmovidos, solo por el hecho de preguntarnos qué nos hace felices, qué hacemos en los ratos libres, cuáles son las cosas que más nos importan. Así, las mismas respuestas tenían un mismo color que cada uno llevaba en su corazón en forma de sticker.
El zapato como forma de arte
La cita fue en el Puente de la Mujer, en Puerto Madero. Una música inspiradora nos fue llevando a un clima cada vez más zen. La voz de Marta, que aparecía desde algún lugar, nos indicaba cual era la siguiente acción.
Escuchar, mirar el cielo, encontrarse con tu alma gemela (quien tuviera el sticker del mismo color), sentir el aire. De repente desde un helicóptero, ella dejó caer miles de pétalos de flores. El perfume, la música, el día de sol, la predisposición de todos a mirar el interior hizo que se viviera un momento de paz y alegría. Era lo que buscaba, “quería crear, en este nuevo Buenos Aires una imagen de paz, amor, de no violencia. La década del 60 fue un renacimiento a los sentimientos, una revolución filosófica de cambiar el mundo”. Un verdadero mensaje para una Argentina atravesada por vibraciones complejas, injusticia, violencia, desencuentro.
García Uriburu y su amor por la vida
Esta obra se enrola en una firme tradición de Minujín que se inicia en los años ´60. Simultaneidad en Simultaneidad, por ejemplo, la realizó en esos años junto a artistas alemanes y norteamericanos. En ese momento, mientras se llevaba a cabo el evento se realizaron 500 llamados telefónicos y fueron enviados 100 telegramas a otros espectadores que seguían la intervención por TV con el mensaje “Usted es un creador”
Sobre Marta Minujín
Es pionera de la performance en el país. Sus obras presentan un desafío a toda categorización posible y redefinición constante del arte.
A lo largo de su extensa carrera recibió importantes becas y premios entre los que se encuentran: la beca otorgada por la Embajada de Francia (Buenos Aires Argentina, 1962); Premio Nacional del Instituto Torcuato Di Tella (1964); Beca Guggenheim (New York, Estados Unidos,1966); Beca Fairfield Foundation (New York, Estados Unidos, 1967); Beca Rockefeller Foundation (New York, Estados Unidos, 1968); Premio Konex (Buenos Aires, Argentina, 2012).
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