Si hay alguien en el mundo con autoridad para liderar las campañas contra el bullying, esa persona es Mónica Lewinsky. La ex becaria de la Casa Blanca logró conmover a la opinión pública después de la entrevista publicada hace unos años en Vanity Fair y se terminó de convertirse en un referente antibullying a partir de su charla TED sobre el tema. Ahora, Lewinsky avanza un paso más en la escalada asumiendo el cargo de asesora estratégica de Bystander Revolution, una organización que tiene como objetivo generar conciencia acerca de los peligros del bullying.
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“Muchas veces me han ridiculizado públicamente, incluso, ver a otras personas siendo ridiculizadas nos puede empujar a guardar silencio”, dijo Lewinsky en una estrevista con People. “Muchos de nosotros somos blancos del acoso cibernético. Quiero que las víctimas del bullying sobrevivan y prosperen."
El tema de la intimidación resulta ampliamente conocido por Mónica debido a que, después de que en 1990 se difundiera el escándalo con Bill Clinton, debió soportar infinidad de burlas y críticas tanto en su vida personal como desde los medios de comunicación. Ahora, Lewinsky se ha adueñado del dolor y la vergüenza para transformarlas en el sustento positivo de su poder al servicio de otras víctimas.
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