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ACTUALIDAD | 06-06-2015 10:27

Aumentó la demanda de operaciones de cambio de sexo

Con la sanción en 2012 de la Ley de Identidad de Género, se pasó de realizar una cirugía por año a una por semana. El 29 de mayo se reglamentó el artículo 11 y ya no se necesita una autorización judicial.

Por Noelia Veltri 

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La concreción de la paulatina transformación en Caitlyn por parte de Bruce Jenner, el ex atleta olímpico y patriarca del famoso clan mediático Kardashian, llegó esta semana a la tapa de la conocida revista Vanity Fair. Aunque Jenner por el momento no se sometió a una cirugía de reasignación genital –sí a una intervención facial y a la colocación de prótesis mamarias–, en Argentina el caso despertó interés porque la noticia coincidió con la reglamentación del artículo 11 de la Ley de Identidad de Género (26.743), sancionada el 9 de mayo de 2012.

Este artículo es fundamental ya que establece que pueden acceder a las intervenciones quirúrgicas totales y parciales y/o tratamientos integrales hormonales todas las personas mayores de edad sin requerir autorización judicial o administrativa. Por su parte, las prestaciones de salud serán incluidas en el Programa Médico Obligatorio (PMO). Esto significa que hoy todas las cirugías y los tratamientos hormonales que se requieren para la reasignación de sexo son totalmente gratuitos.

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“La reglamentación no deja excusas para la cobertura, y concreta algo que empezó a ser posible gracias a la sanción de la ley: tener un marco legal para formar equipos multidisciplinarios con urólogos, ginecólogos, endocrinólogos, cirujanos y por supuesto psicólogos o psiquiatras”, comentó a PERFIL César Fidalgo, a cargo de las cirugías de readecuación realizadas en el Hospital Ricardo Gutiérrez de La Plata.

“Nosotros comenzamos en 1997, y hasta 2012 habíamos realizado sólo 18 intervenciones de adecuación de género, todas con autorización judicial. Desde la sanción de la ley llevamos aproximadamente 162, unas 54 por año; y pasamos de entre 20 y 25 consultas anuales a tener esa misma cifra pero por semana”, agregó Fidalgo, y mencionó que el servicio recibe pacientes de todo el país y actualmente tiene 140 pacientes en lista de espera.

Además de las reasignaciones que se realizan en el ámbito privado, el Hospital Durand de la Ciudad de Buenos Aires también ofrece esta posibilidad. La primera cirugía se llevó a cabo en 2010, aunque en 2005, y con la intención de brindar apoyo en todo el proceso de transición, ya se había formado el Grupo de Atención a Personas Transgénero (Gapet), que actualmente recibe cien consultas por mes, de las cuales entre el 15 y 20% son realizadas por extranjeros.

Javier Belinky, encargado de Cirugía Reconstructiva Genital de este hospital, dijo a PERFIL: “Con el equipo llevamos operados 90 pacientes (32 en el Durand), pero hasta la ley habíamos hecho sólo ocho intervenciones en dos años. Ahora tenemos un promedio de una cada dos meses. El problema es que, al ser un centro de atención de agudos, las intervenciones se retrasan porque tenemos otras situaciones que atender. Por eso es importante la reglamentación, ya que amplía las posibilidades”.

“La ordenación del artículo 11 nos obliga a repensar todo lo que venimos haciendo desde hace muchos años en materia de inclusión, porque afortunadamente el panorama se abre cada vez más”, opinó Daniel Teppaz, integrante del área de Salud sexual y Reproductiva de Rosario. Por su parte, Oraldo Llanos, coordinador de Salud Sexual, Reproductiva y Géneros del Ministerio de Salud de la Provincia de Santa Fe, destacó que “es fundamental seguir realizando procedimientos –hasta ahora se hicieron seis totalmente gratuitos– para ganar experiencia y garantizar calidad”.

Perfiles. Consultados sobre quienes se acercan al servicio, Fidalgo y Belinky coincidieron en que las vaginoplastias –es decir, la reasignación de los genitales masculinos a femeninos– llevan la delantera con una relación de tres a uno. El promedio de edad es un parámetro que se modificó con la ley, pasando de pacientes de entre 35 y 45 años a chicos y chicas de 18 en adelante. De hecho, en ambos hospitales la paciente más joven operada tenía 17. Sin embargo, para Adrián Helien, coordinador de Gapet y autor del libro Cuerpos equivocados, “aún existe una gran deuda en ese sentido porque prácticamente no hay servicios de pediatría y adolescencia que aborden este tema”.

Por su parte, Fidalgo destacó que no se trata sólo de acceder a terapias hormonales o cirugías. “Muchas personas que durante años estuvieron excluidas del sistema de salud y no se animaban a ir a una guardia hoy pueden acceder a tratamientos contra la hipertensión o la diabetes”.

Riesgos y beneficios

Gustavo Delgado es quien realiza las genitoplastias en el Hospital Centenario de la Ciudad de Rosario, que tiene al menos una cirugía por mes programada hasta fin de año. Respecto de la complejidad del procedimiento, explicó que “la reasignación de hombre a mujer demora aproximadamente cinco horas porque es una cirugía compleja, en la que primero se extirpan los genitales masculinos y luego se reconstruye la neovagina. Además de otras complicaciones, al injertar tejido hay posibilidad de que se necrose o se produzca una infección, razón por la cual hay que ser extremadamente cautelosos durante el procedimiento y en el posoperatorio, en el marco del cual, pasados los primeros 15 días, deben utilizarse dilatadores, y recién a los tres meses puede empezar la actividad sexual”.

El caso de Santa Fe es paradigmático, ya que no sólo se opera en el Hospital Centenario sino también en el Eva Perón de Granadero Baigorria, pero además, algunos de los profesionales se formaron con el especialista chileno Guillermo Mac Millan.

Esta nota fue publicada en la Edición Impresa del Diario Perfil.

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