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CELEBRITY STYLE | 30-05-2015 09:04

La historia del prendedor que usó la Presidenta el 25 de Mayo

Su creadora es Eugenia Katz. Dice que hace un año se lo había enviado como regalo. Lo diseñó pensando en Cristina.

Por Julieta Mondet 

La calma que reinaba en su taller del barrio de Chacarita se vio felizmente alterada. Las clientas y las curiosas ahora esperan en la puerta que abra y las consultas por Facebook aumentaron considerablemente. Incluso, son muchos los maridos que se acercan en busca de “el obsequio” para su mujer.

Eugenia Katz aún no sale del asombro porque todos buscan lo mismo: el prendedor que usó la presidenta Cristina Kirchner el 25 de Mayo en el tedéum en la Basílica de Luján.

Se trata de un pájaro de pico largo, con un baño dorado y las alas desplegadas esmaltadas en blanco. “Es una pieza de fundición que no tiene gran valor económico sino más bien un gran simbolismo. Esta pieza la encontré hace dos años en un depósito de una feria de antigüedades junto con otros pájaros más. Y apenas la vi supe que no podía ser para otra persona que no fuera la Presidenta. Primero pensé en Evita y luego en Cristina porque la pieza representa la argentinidad, la libertad y la femineidad. Era para ella”, relata Katz a PERFIL. Y fue con ese cometido que el pájaro comezó a hacer su vuelo. “La repulí, la volví a soldar y le corregí el esmalte de los colores. Y en el mientras tanto me convocaron para que hiciera las escarapelas de todos los bailarines para el desfile del 25 de Mayo del año pasado. Fue entonces que puse el pájaro en una cajita y le pedí al productor del evento, con quien yo ya trabaja desde hacía tiempo, que se lo hiciera llegar, y crucé los dedos”, relata, aún emocionada, sobre su prendedor, cuyo valor real es de 250 pesos.

La incertidumbre sobre el viaje del pájaro finalizó una tarde. “Estaba trabajando en mi taller y desde la ventana vi que un auto oficial estacionaba en la puerta. Bajó un funcionario, y me dijo: ‘La Presidenta me dijo que usted es quien hizo su prendedor de pájaro. Me mandó acá porque estoy buscando uno igual para mi mujer’. ¡No lo podía creer! La Presidenta había conservado mi regalo y lo tenía en su escritorio”, insiste Katz. Lamentablemente, ese prendedor es una pieza única y el funcionario sólo pudo llevarse una parecida. “Saber que la conservaba parecía ya un sueño cumplido”, dice Eugenia.

Pero el vuelo del pájaro siguió. “Este 25 de Mayo estaba en casa cuando me llamó una amiga y me dijo: ‘¡Prendé la tele porque Cristina tiene el prendedor!’. Dos años después de que lo encontré y lo pensé para ella, lo estaba usando. Y en su último acto como mandataria, en un tedéum. Para mí fue una gran emoción. No tengo manera de agradecerle. Ella podría haber usado cualquier brillante, cualquier joya de oro... y eligió el prendedor que le regalé sin valor económico, pero con un gran simbolismo”.

Eugenia, que trabaja desde hace diez años en el taller con su hermana, tiene aún algunas piezas parecidas, y niega haber subido el precio de los otros pájaros similares porque “llegué adonde quería llegar”.

Esta nota fue publicada en la Edición Impresa del Diario Perfil

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