Wednesday 24 de April de 2024
ACTUALIDAD | 16-05-2015 09:44

Crecen grupos de mujeres que aseguran ser felices sin hijos

Cerca de los 40, solas o en pareja, priorizan “no atarse”. Dicen que no se sienten egoístas, pero que enfrentan opiniones ajenas.

Por Danila Saiegh

Fin de año: el efecto balance
Leé también
Perfilando deseos

“Hasta antes de cumplir 40 puse excusas: que mi matrimonio debía estar más consolidado, que mi situación económica debía ser más sólida, que la casa propia, que me gustaría conocer más el mundo antes de embarcarme en semejante empresa. A los 40, fue ahora o nunca. Me pregunté qué pasaba si decidía algo distinto para mi vida.

La carga de tomar una decisión sobre la maternidad me había asfixiado durante años. El día que decidí no tener hijos sentí un gran alivio”, cuenta Natalia Mink, abogada y redactora del blog Sin Hijos Hay Paraíso, dentro del grupo de Facebook con el mismo nombre. Como ella, hoy muchas mujeres son parte de una tendencia denominada Childfree o NoKids (sin chicos), que crece en el mundo y en la Argentina, donde se acaba de estrenar una película sobre el tema.

padre
Leé también
Los papás de hoy

Según datos del Centro de Estudios de Población, la decisión de no tener hijos tiene más lugar dentro de los sectores con más instrucción formal. Tal como señala Eugenia Zicavo, socióloga, doctora en Ciencias Sociales e investigadora experta en esta temática, los últimos estudios realizados arrojan que la Ciudad de Buenos Aires es la jurisdicción con la fecundidad más baja del país, cuya tasa global en el trienio 2007-2009 fue de 1,9 hijos por mujer, mientras que el mismo indicador a nivel país fue de 2,3 hijos por mujer en el final de su vida reproductiva.

Esta tendencia se evidencia, también, en las redes sociales. En comunidades como Soy Mujer y no Quiero Tener Hijos, Mujeres sin Hijos, Mujeres Solteras y sin Hijos con Vida, entre otras, comparten sus vivencias, la mirada y el prejuicio ajenos, los grandes temas de debate. “El mandato de ser madre sigue vigente como hace miles de años. Decir que no querés hijos siempre despierta discusión.

Siempre hay un dejo de sospecha para quienes nos atrevemos a decirlo en voz alta”, asegura Martina Acerag, correctora editorial. En coincidencia, Verónica Pena, profesora, de 43 años, asegura: “Si sos mujer y estás en pareja, la pregunta arranca a los 25, cerca de los 40 ya es con pudor o reclamo, depende de quién pregunte. Así como ante una embarazada la gente cree que tiene derecho a opinar de su cuerpo aunque ni la conozca, cualquiera se siente con derecho de interrogarte sobre por qué no querés ser madre y hasta de anunciarte que más adelante sí vas a tener ganas”.

Las razones por las cuales una mujer decide no tener hijos son muy íntimas, pero hay una que se repite: el tiempo propio. “Cuando tomás una decisión de este tipo, tu vida se acomoda de manera muy distinta a la de una madre. Tus tiempos y actividades son otros. Personalmente, me dedico a mi profesión, a hacer deporte y a viajar. Para ser sincera, y, por más que suene un poco brutal, prefiero eso a cuidar chicos, que me agota”, cuenta Gabriela Spatari, abogada de 42 años. Y Lilian Gómez, chef de 39 años, asegura: “No me gusta pensar que una persona depende de mí absolutamente, y no creo que eso me convierta en egoísta. No creo que tener hijos sea determinante para ser feliz o para sentirse realizada”.

De a dos. A la hora de formar pareja, desear o no hijos es determinante. Carla Parvis, de 41 años, asegura: “Cuando conozco a alguien, siempre tengo que aclarar que no quiero tener hijos”; dice que nunca sintió “la pulsión de la maternidad”. En esta misma línea, Victoria Sasiain, actriz de 33 años, cuenta: “Mi pareja anterior quería hijos y yo no. Ahora estoy con alguien que ya los tuvo, y ese deseo no está”. Zicavo plantea que la maternidad se ha resignificado y, especialmente en los sectores medios ya no aparece como la única vía de realización, sino como una opción entre otras. “Estos cambios se dan en un contexto social de modificaciones en el mundo del trabajo, con pocas certidumbres a largo plazo; y de tendencias  consumistas y hedonistas que se afianzan. Sin embargo, como tener hijos es un hecho investido de una valoración social positiva, difícilmente alguien se pregunte por qué una mujer quiere ser madre. Es algo que, culturalmente, parecería no necesitar explicación”, agrega.

Esta note fue publicada en la Edición Impresa del Diario Perfil.

Galería de imágenes

En esta Nota

Comentarios