Una mañana de sol en Mónaco para celebrar el bautismo de los mellizos Jacques y Gabriella. La familia real fue acompañada de una multitud y el principado entero engalanado con flores blancas.
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La ceremonia tuvo lugar en la Basílica de Nuestra Señora de la Inmaculada Concepción. Charlene, la mamá, enfundada en un elegante dos piezas en tonos claros. La tía, Carolina, con un espectacular sombrero y la elegancia que la caracteriza. La acompañaron sus hijos y las hijas de Estefanía, ésta con un look muy rejuvenecido.
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