Como es la tradición desde hace más de medio siglo, Máxima y su familia real holandesa comenzaron sus vacaciones invernales en la localidad austríaca de Lech am Arlberg. La nieve de los Alpes y el esquí fueron los protagonistas de la habitual sesión de fotos donde la reina volvió una vez más a demostrar sus virtudes para el deporte.
Perfilando deseos
Junto con sus tres hijas, Amalia de 11 años, Alexia de 9 y Ariane de 7, los soberanos posaron también con la princesa Beatriz, la suegra de Máxima, que abdicó al trono hace casi dos años. Los retratos familiares se realizaron primero con las montañas de fondo y luego con toda la familia con los esquís puestos para hacer un breve descenso en malón.
Las princesitas hicieron una gran exhibición de sus habilidades en la nieve y, a diferencia de sus apariciones más formales, cada una llevó un look diferente: blanco para la más grande, rojo para la del medio y rosa para la más chica.
Los papás de hoy
Hubo fotos para todos los gustos: de toda la familia con abuela incluida, de los reyes solos, de las chicas, del papá con sus hijas, de la abuela con sus nietas y algunas de Máxima en pleno descenso.
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