Vamos a ver si ahora se pone de moda el nombre Elsa. Anna es fácil y popular, pero Elsa, no, Elsa parecía imposible. Sin embargo, la fiebre por la película Frozen -estrenada hace un año- ha llegado a niveles tales que es posible que muchas niñas de las próximas generaciones se terminen llamando como nuestras abuelas o tías mayores. Lo cierto es que en el mundo, las hermanas Elsa y Anna se han convertido en un fenómeno épico que trasciende el relato que cuenta basado sobre el cuento La reina de las nieves de Hans Christian Andersen.
Se trata de la película de animación más taquillera de la historia, superando a la que venía liderando el ranking, Toy Story 3. En Youtube, por ejemplo, uno de los videos oficiales de la canción de la película -que se ganó el Oscar en 2013- ya lleva más 320 millones de visitas.
Un artículo sobre el tema publicado en mayo por el New York Times, citaba a una madres que decía: "Frozen es como una droga". ¿Los más afectados? Los niños entres cuatro y siete años que han convertido todas las celebraciones en eventos inspirados en la película.
Entre las teorías para explicar el furor, muchos creen que la cuestión pasa por la historia de amor familiar en la que el príncipe azul resulta ser un villano. Quebrar las reglas del género de las princesas parece ser la nueva clave del éxito aplicada por los estudios Disney a todos sus productos.
Pero el fenómeno no pasa sólo por las millonarias ganancias del merchandising, sino también porque Frozen se ha transformado en un estilo, es una estética copiada tanto por el público infantil como por la grandes casas de moda. Durante la primera edición de la Petite Fashion Week celebrada en Madrid, el espacio fashion de la película fue uno de los principales atractivos del evento. Ni hablar de la Navidad que tanto del hemisferio de la nieve como en el nuestro de verano fue monopolizada por las hermanas Elsa y Anna junto con el resto de los personajes de la historia.
Durante las últimas colecciones, incluidas las de la última semana de la alta costura primavera verano 2015, firmas como Valentino y Elie Saab parecen haberse vestidos de princesa con tejidos vaporosos, colores y estampas bucólicas. Desde el sitio Polyvore, ofrecían looks de prendas con la heroína de Frozen como hilo conductor de las propuestas. Y, sin dudas, el mercado nupcial es uno de los más influenciados por la tendencia de los cuentos de hadas.
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