El vestido. Uno de los temas cruciales para quienes van a dar el “sí”. Meses pensando en la elección del diseño, otros más confeccionándolo y más tiempo haciendo los ajustes necesarios para el gran día.
Pero, ¿qué pasa con aquellas mujeres que más prácticas que no desean destinar este valioso tiempo (sobre todo en los días previos a una boda) pero que no quieren dejar de verse únicas?
En los últimos tiempos, comenzó a verse tímidamente en Argentina la tendencia a buscar vestidos ya hechos y hacerles unas simples reformas para que luzcan perfectos. Y ya algunas marcas los están incluyendo dentro de sus colecciones.
Es el caso de Solo Ivanka, por ejemplo, que confecciona vestidos de alta costura y acaba de lanzar una colección cápsula de novias “ready to wear”, como llaman a la colección. Claro que a estos vestidos pueden hacérseles las modificaciones necesarias en cuanto al talle y en cuanto al diseño también: quitar detalles, sumárselos, modificar algunos aspectos. Todo como para que la novia se sienta única y especial.
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Según Judith Levy, directora creativa de la marca, no sólo es por una cuestión de optimizar el tiempo “también tiene que ver con que muchas novias no imaginan el diseño de un vestido y, menos aún, si les va a gustar una vez confeccionado”. Es por eso, que se vuelcan a estas alternativas más simples que les permite ver el resultado final sin tener que embarcarse con un diseño que sólo pueden ver a priori en un figurín o en una foto.
“También -señala Levy- es una realidad que hoy muchos de los matrimonios que se celebran, son en segundas nupcias y estas novias ya cumplieron con su sueño del vestido blanco y lo que buscan esta vez es verse espléndidas pero sin tantas complicaciones”.
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