Pasaron quince años y todavía no nos recuperamos de la foto de Julia Roberts en el estreno de Notting Hill, saludando a sus fans orgullosa con el brazo en alto y sin depilar. Pero como sabemos que lo malo siempre puede ser peor, ahora, la moda es teñirse de colores el pelo crecido de las axilas.
Rosa, azul, verde, turquesa. La tendencia apuesta por los colores intensos como para que el tema llame la atención, escribamos esta nota y las que se tiñan sientan que son el no va más de la rebeldía y así confirmen sus tan profundos principios feministas.
La iniciativa, al parecer, surgió a partir de un post de una peluquera de Seattle, Roxie Hunt, que quizás, para contrarrestar el clima gris y lluvioso constante de la ciudad inventó las axilas de colores. Roxie trabaja en el salón Vain, al que ella define como un lugar para expresar el estilo personal de cada uno y los valores feministas.
El drama del asunto es que la idea se extendió hasta Instagram y allí, bajo el hashtag #dyepits, cientos de mujeres vienen colgando sus fotos coherentes con la nueva moda que amenaza con convertirse LA tendencia de 2015.
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