Parece que a Renée Zellweger le fascinan las transformaciones. La hemos visto subir y bajar de peso para convertirse en Bridget Jones, también pasó por el pelo corto, el súper rubio y hasta tuvo una temporada de morocha, pero nada supera -hasta ahora- la última y espantosa versión de su cara que, a esta altura, resulta ya casi irreconocible comparada con la sonriente Zellweger de Jerry Maguire.
Un "real" estilo: dejarse las canas
La actriz apareció hace unos días en la edición 2014 de Elle Mujeres en Hollywood con un rostro completamente transformado con facciones diferentes, menos arrugas y más anguloso. Con 45 años, Renée participó de la fiesta acompañada por su pareja y un vestido corto negro y ajustado. Lo único que todavía mantiene de sus años de esplendor, por ahora, es el pelo rubio, largo y lacio.
Al parecer, la intérprete achicó sus mejillas, retocó su nariz, además de hacerse un estiramiento de párpados y de aplicarse botox en una frente demasiado lisa. Aunque el cambio sorprenda por lo poco favorecedor, no resulta novedoso: la actriz viene sometiéndose desde hace años a una catarata de cirugías que no hacen más que empeorar el asunto.
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