Es el blanco que mejor le sienta. En distintas versiones, lo eligió para el anuncio de su compromiso y también para la proclamación como reina. Ahora lo ha vuelto elegir para ejercer de anfitriona de una de las recepciones más importantes del año: la primera de sus vacaciones como reina.
Un "real" estilo: dejarse las canas
Ayer por la noche Letizia volvió a llevar el mismo vestido que en 2009 cuando acudió al mismo evento pero como princesa. También lo usó durante la visita de Michelle Obama, combinado con un collar babero. En esta ocasión, se soltó el pelo, se puso sandalias doradas y unos aros de rubí para acompañar a su suegra Sofía y a su marido Felipe con corbata fucsia.
Power dressing o la estrategia de repetir el look como forma de demostrar austeridad, poder y sencillez. No es nueva la costumbre, la reina ya lo viene haciendo desde su período como princesa. Con sus trajes masculinos de chaqueta y pollera por debajo de la rodilla, ya lo hizo Margaret Thatcher; o con sus característicos vestiditos también fue obra de Jackie Kennedy.
El periodismo inglés, por ejemplo, suele reclamarle a la princesa Kate que se decida a imitar a su colega española y que empiece a reciclar vestuario. Sin embargo, es Letizia quien este año se ha quedado fuera de la lista de las mejor vestidas publicada por la revista Vanity Fair, mientras que la duquesa de Cambridge mantiene su podio de roya it europea.
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