Ella nunca desentona, siempre va mucho más que correcta. Y más si se trata de recibir a los miembros de una realeza vecina, la de Mónaco en este caso. Es que hace unos días, después de confirmada la noticia de embarazo de Charléne, Máxima y Guillermo recibieron por primera vez al príncipe Alberto que viajó solo y dejó a todos con las ganas de la foto entre dos reinas.
Un "real" estilo: dejarse las canas
Para la cena que los reyes ofrecieron en honor de su invitado en el Palacio Het Loo, Máxima eligió un vestido verde de Lanvin con el que, como ya es costumbre, eclipsó a su marido y a Alberto.
Confeccionado en un crepe color verde hierba, el vestido largo llevaba volados sobre un solo hombro y corte a la cintura para marcar la figura de la reina. De acuerdo con la página web de la firma, Máxima pagó 3845 euros por la prenda de la colección Resort 2014 y que, la verdad, le quedaba como un guante.
Para acompañar, la argentina se puso una tiara de diamantes y esmeraldas y un conjunto de gargantilla y aros a juego, que brillaban casi tanto como los tacos de su sandalias doradas.
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