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ACTUALIDAD | 05-06-2014 12:14

La reina argentina que no pudo ser

Isabel Sartorius fue novia de Felipe pero para muchos no parecía ser buen partido. Las otras candidatas.

Lo miran de lejos, por televisión, sabiendo que, quizás si el destino hubiera sido distinto, hoy serían ellas las inminentes reinas de España. Pero no. Felipe no sólo se enamoró de Letizia, sino que también consiguió que sus padres aprueben el matrimonio. Otras, en cambio, no tuvieron la misma suerte –o la desgracia- que la periodista. Quiénes son las reinas del revés del tiempo.

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Isabel Sartorius, el gran amor que no fue

De ella dicen que fue el gran amor del príncipe hasta la llegada de Leticia. Su error, desgracia o bendición es haber sido la primera. La joven de alcurnia tenía sangre criolla: es hija de Vicente Sartorius, marqués de Mariño y de la argentina Isabel Zorraquín. Con casi cuatro años más que él, el noviazgo iniciado a fines de los 80 causó una revolución en el pueblo español y se convirtió en tema nacional. Lo cierto es que la rubia de ojos azules, de figura esbelta y 1,75 de altura se robó el corazón de Felipe.

La relación se terminó en 1992 con una declaración que el mismo príncipe hizo durante una visita a Buenos Aires. Al parecer fue la distancia el motivo de la ruptura, aunque se sabe que la casa real no aprobaba a la candidata –a pesar de sus condiciones: licenciada en Ciencias Políticas, especialista en Relaciones Internacionales, políglota y católica- debido a que no tenía sangre azul y era hija de padres separados. Luego de la separación, Felipe se fue a estudiar a Estados Unidos y ella primero viajó a la India para resolver su vida y luego se instaló en Londres donde años después quedó embarazada dando por terminados todos los rumores y esperanzas sobre la relación.

Gigi Howard, el sueño americano

El príncipe conoció a la modelo norteamericana mientras estudiaba una maestría en Georgtown. El romance fue un secreto hasta que fueron descubiertos por un fotógrafo en una playa del Caribe. No duro mucho más después de ese episodio. Además, Gigi era extranjera, no podía ser la elegida.

Eva Sannum, la nórdica provocativa

Se conocieron en una fiesta privada en 1997. Ella de un un metro ochenta, rubia, atractiva pero noruega, modelo, hija de obreros y estudiante de publicidad. Todo mal. Sin embargo, pese a las condiciones pésimas de aquella posible esposa heredera de la corona, Felipe remó la historia de amor durante cuatro años. La imagen más famosa de la pareja fue su aparición como invitados al casamiento del príncipe Haakon de Noruega con Mette Marit. Para la ocasión, Eva lució un vestido azul con escote de escándalo. Se comenta que el príncipe que quería vivir ya harto de tanto alboroto se enfrentó a sus padres por ella, aunque claramente el arranque no fue más que una rabieta efímera. Hoy, Eva trabaja de publicista, está casada, vive en Oslo y tiene dos hijas.

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