Los vendedores y clientes de la sucursal neoyorkina de Gap de la Tercera y 42 recibieron una enorme sorpresa con el ingreso de un cliente especial: el mismísimo presidente de los Estados Unidos.
Perfilando deseos
Barack Obama viajó a esa ciudad para un acto de recaudación de fondos para el Partido Demócrata y entró al negocio para comprar regalos.
En Gap lo atendió una empleada identificada como Susan Panariello y él se interesó sobre todo por los sweaters. Terminó llevando para sus hijas dos en cuello redondo y para Michelle una campera deportiva. "Creo que las damas quedaron impresionadas por mi sentido del estilo", bromeó al finalizar su compra.
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