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CUERPO & ALMA | 14-11-2013 09:00

Diabetes, enemiga de la sexualidad

Los hombres diabéticos suelen tener temor a los efectos colaterales de su enfermedad, y principalmente consultan por lo que les pudiera ocurrir a nivel sexual.

Por María Alejandra Rodríguez Zía (*)

Diabetes y disfunción sexual no tienen por qué ser conceptos asociados. Sin embargo, los hombres que padecen esta enfermedad saben que, si no cumplen el tratamiento como deben, se verán afectados con el transcurso de los años por el deterioro que provocarán en su cuerpo.

La diabetes afecta la sexualidad masculina mucho más que la femenina. Tal es así que la diabetes descompensada agrava cualquier proceso de aterosclerosis que el paciente pueda tener por colesterol y triglicéridos altos, tanto a nivel del pene como de todo su cuerpo.

De este modo, el hombre diabético que no se trata puede llegar a tener una disfunción eréctil, tanto sea por la arterosclerosis que es acelerada por la diabetes, como por la neuropatía diabética que se produce ante una enfermedad no controlada y desnivelada. Las disfunciones sexuales van a variar y comenzarán lentamente. Al comienzo puede haber una disfunción eréctil muy sutil y leve.

¿Qué afecta su sexualidad?

Lo que incide en la sexualidad del diabético son las hiperglucemias (glucosa alta en la sangre), y la diabetes descompensada de larga data, cuando no se cumplen con los cuidados indicados en el tratamiento.

Respecto de esto, cabe señalar que el paciente insulinodependiente es mucho más meticuloso en sus cuidados, dado que tiene que inyectarse y controlarse todos los días, y también es más estricto en su dieta. Eso marca una diferencia en los pacientes con diabetes tipo I y tipo II.

Esterilidad

¿Un hombre diabético es siempre estéril? No necesariamente. La diabetes descompensada con hiperglucemias no afecta la producción de espermatozoides maduros. Solo cuando el problema vascular es muy grave compromete a los espermatozoides, pudiendo llegar por ello a la esterilidad.

Sin embargo, lo más frecuente es que se dañe mucho antes el aparato vascular peneano, lo que le generará al hombre un problema de erección. Ahora bien, si con el paso del tiempo el hombre llega a ser impotente, no podrá tener una eyaculación normal y, por lo tanto, será un hombre infértil.

Disfunción eréctil e impotencia

La dificultad en la erección, llamada disfunción eréctil, se asocia a otros problemas vasculares, dado que está toda la circulación comprometida. Y si un paciente tiene disfunción eréctil también podrá padecer de pie diabético, retinopatía diabética y nefropatía diabética.

Lo que sucede es que la microcirculación se inflama por la glucosa alta y lesiona todos los órganos. Como la erección peneana depende de la vasodilatación y el llenado de sangre de los cuerpos cavernosos, si la microcirculación está afectada, esta vasodilatación no se puede producir y esto generará una erección cada vez menos rígida y menos duradera.

Con el transcurso del tiempo, un hombre puede llegar a la impotencia sexual debido a una diabetes descompensada. Esto sucede en pacientes no controlados, que descuidan totalmente su enfermedad.

Trastorno de eyaculación

La eyaculación retrógrada es producida frecuentemente por la neuropatía diabética, la que se debe a lesiones en los nervios pudendos internos, que llevan señales nerviosas a la vejiga, próstata y vesículas seminales. Cuando el paciente tiene una eyaculación retrógrada, se transforma en un hombre infértil porque eyacula hacia la vejiga y, por lo tanto, no puede fecundar a una mujer.

Podemos decir que la neuropatía diabética se produce por la falta de nutrición y oxigenación de los nervios de toda el área peneana. En forma paralela también afecta a la inervación de la vejiga y, por lo tanto, muchas veces el paciente con una neuropatía diabética tiene una disfunción eréctil y una vejiga neurogénica.

Así la vejiga se transforma en una bolsa que puede dilatarse y llenarse de orina, pero que no puede contraerse, y esto genera un grave problema llamado globo vesical, que es una urgencia para su descompresión. En general, los pacientes con vejiga neurogénica tienen una impotencia también de origen neurogénico.

En busca de soluciones

Con los cuidados necesarios a lo largo de los años, el paciente diabético no tendrá cuadros que le provoquen inconvenientes sexuales, tales como las neuropatías o vasculopatías, que generan impotencia.

Llegando a tiempo, en el comienzo de una neuropatía o una vasculopatía peneana, se puede hacer medicina preventiva, cuidando los niveles de triglicéridos, colesterol, óxido nítrico y glucosa.

Solo los pacientes que han sido muy desordenados a lo largo de su enfermedad son los que sufrirán las consecuencias a nivel sexual. ¿Qué pueden hacer ellos? La solución a la disfunción eréctil y a las alteraciones eyaculatorias, cuando tienen un problema grave de eyaculación y de impotencia, es aplicar una prótesis peneana.

Si bien las preocupaciones sexuales de los hombres diabéticos son motivo frecuente de consultas, para su tranquilidad recalcamos que un diabético bien controlado en su dieta, en la actividad física, y con glucosa estable, puede disfrutar de una sexualidad plena.

* Médica clínica y endocrinóloga

www.medicina-biomolecular.com

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