Thursday 28 de March de 2024
CUERPO & ALMA | 26-10-2013 08:49

¿Cuánto cotizó hoy tu bienestar?

En el mundo de las cotizaciones monetarias y cambiarias, hay una constante oscilación de subas y bajas, que muchas veces es capaz de desestabilizar no sólo a la economía, sino también a la persona afectiva y emocionalmente. Lo mismo pasa con los estados de ánimo. No dependemos de estas oscilaciones para experimentar salud y bienestar.

Por Elizabeth Santángelo (*)

Se atribuye el interés por la cotización de la moneda, por un negocio que se quiera establecer, por la venta o la compra de un inmueble, para calcular cuánto puede generar un viaje y tantos otros motivos.

Pero pensemos un momento en el aspecto de nuestros sentimientos: ¿qué es lo que pretendemos con el sube y baja de nuestra autoestima, del humor y el ánimo para empezar el día? ¿Sentimos que la vida tiende a devaluarse como la moneda?

¿Acaso no deseamos realmente estar bien, con expectativas de una vida plena, sin vaivenes ni altibajos? ¿Estamos predispuestos a enfermarnos o reclamar la salud?

Ese cambio abrupto del estado de ánimo muchas veces, aún sin tener el diagnóstico de una enfermedad, se vive cotidianamente y hace de cada día una experiencia amarga, sin brillo y sin expectativas. En cierta forma es aceptar que vivimos encerrados dentro de un envase material llamado cuerpo, sin dar lugar a un cambio radical y mental.

En mi experiencia me ha resultado preguntarme: ¿Cómo me siento hoy? ¿Voy a perjudicar a aquellos que me rodean? ¿Tengo algo bueno para dar en este día?

Entonces olvidándome de mi misma y pensando en mi entorno, he podido sobrellevar esos sentimientos que nunca ayudan a mejorarnos interior y exteriormente.

La risa, la disposición sincera de hacer las cosas bien y el buen humor siempre son aliados aconsejables.

Pero no solamente eso, una persona alegre, al tener facciones más atractivas, tiene mejores relaciones sociales y laborales y es un antídoto contra la depresión.

Sara Jesica Parker como Carrie Bradshaw 20220419
Leé también
Empoderada al fin

Es por eso que conocidas las virtudes de la risa, hoy se utiliza como terapia en muchos países y algunos hospitales destinan alguna de sus salas y preparan a su personal para ayudar en la recuperación de pacientes graves.

Las llamadas “terapias de la risa”, consisten en provocar risas espontáneas a través de chistes, conversaciones agradables, anécdotas, videos, películas y se enseña a las personas a reírse de la vida, de sí mismas y a recordar situaciones agradables.

Como dijo el actor Charles Chaplin, "Una sonrisa cuesta poco y produce mucho, no empobrece a quien la da y enriquece a quien la recibe, dura sólo un instante, pero su recuerdo perdura eternamente”. (http://www.esmas.com/salud/home/tienesquesaberlo/726268.html)

“El hombre de doble ánimo es inconstante en todos sus caminos”, dice la Biblia. Profundizando sobre este estado mental, Mary Baker Eddy en una de sus obras reflexiona: “El hombre no es un péndulo, oscilando entre el mal y el bien, el gozo y el pesar, la enfermedad y la salud, la vida y la muerte”. “Para remediar esto, debemos primero dirigir nuestra mirada en la dirección correcta, y luego seguir por ese camino. Debemos formar modelos perfectos en el pensamiento y mirarlos continuamente, o nunca los esculpiremos en vidas grandes y nobles”.

Mediante este cambio mental, es posible salir de la inconstancia y la sensación de incertidumbre, de la irritación y del mal humor.

Usted y yo tenemos la capacidad para sobreponernos al “yo” personal, limitado y controvertido, dejando que la identidad real, libre y satisfecha salga a la superficie y permanezca, no solo para favorecernos individualmente, sino también para beneficiar con nuestro bien a los demás. Es poner en marcha nuestra capacidad de dar, más que de recibir. Esta es una moneda siempre estable y bien cotizada.

(*) Elizabeth Santángelo integra el Comité de Publicación de la Ciencia Cristiana, en Argentina.

Contacto: [email protected] - Blog: lasaludhoy.wordpress.com

Galería de imágenes

En esta Nota

Comentarios