Thursday 18 de April de 2024
GOURMET | 31-07-2013 07:40

Cómo elegir la copa correcta

Una decisión clave para acompañar a un buen vino. Las fotos.

Por Marcus Woeller (*)

El saber sobre el vino crece rápidamente, y es que también para los poco entendidos se aplica la máxima de Goethe: "La vida es demasiado corta para beber un mal vino".

La cuestión hoy por hoy no es si tinto o blanco, sino afrutado o con aromas minerales. Gourmets y expertos discuten sobre denominación de origen, barrica o bouquet y conocen incluso por su nombre el tipo de levadura empleada en la fermentación del vino.

Pero para disfrutar de un buen vino no basta sólo con el contenido de la botella o el barril. También es importante en qué copa se sirve.

"Sin la copa correcta, queda sin descubrir una parte importante de la riqueza de aromas del vino o se pierde en el camino entre la copa y la nariz", afirma Ernst Büscher, del Instituto Alemán del Vino. "La función de la copa es la de permitir que el vino alcance su pleno desarrollo y dirigir los aromas en la dirección correcta".

El vino es sobre todo también una cuestión de olfato. Por ello, una buena copa combina los diferentes aromas del vino y los transmite como estímulo olfativo al cerebro.

"Es muy importante que la copa se estreche hacia la parte superior y tenga suficiente volumen para que el aroma se pueda desplegar en el aire", explica Julia Gold, sommeliere en la bodega Paasburg's en Berlín.

"También es importante que la copa tenga una determinada longitud en el tallo. Primero, para que los olores de la piel no se mezclen con el aroma del vino y, segundo, para que se pueda sujetar la copa cómodamente por el tallo y no haya que hacerlo por el cáliz".

Por lo general hay cuatro criterios que toda buena copa de vino debe cumplir: estar limpia, ser fina, de tallo largo y clara. Los expertos coinciden en que una copa de estas características permite disfrutar mejor.

"El contacto con el vino es más directo, pues al beber de una copa de cristal fino se ponen los labios de punta, de manera que el vino se reparte desde la punta de la lengua por la boca y así todas las papilas gustativas en la lengua disfrutan del vino", afirma Büscher, señalando que una copa fina influye también menos sobre la temperatura de la bebida.

Los fabricantes de copas de calidad ofrecen a menudo numerosos modelos. Büscher considera no obstante que para el uso en casa es suficiente con un juego de copas de vino tinto y blanco de tamaño medio-grande. Como copa universal, recomienda una con forma de huevo.

También Julia Gold considera exagerado tener muchas copas diferentes en casa. "Si se tienen buenas copas, basta con un modelo para todos los vinos", dice. "También para degustaciones está bien, pues se tiene igualdad de condiciones. Tal vez más adelante se pueden comprar copas de vino tinto más grandes para vinos especiales".

¿Pero sabe mejor el vino de buenas copas? "El buen vino, sí. El mal vino, seguro que no", afirma Ortrud Hücherig, de la tienda de productos gourmet Sowohlalsauch en Berlín. En su opinión, beber vino de una buena copa no sólo mejora el sabor, sino que también es una alegría para la vista.

La experta prefiere las copas sencillas y funcionales. "Un diseño sencillo no distrae de la impresión óptica pura del vino", dice Hücherig, quien aconseja que en ningún caso tendría que usarse una copa de moda sino "formas clásicas sin virguerías en el tallo, burbujas o cenefas en la copa". Nada debe distraernos de la amplitud de colores de un buen vino.

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*DPA

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