Por Elsa Wolfberg (*)
Perfilando deseos
Los problemas más comunes:
- La duración del trabajo es mayor para las mujeres.
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- Las responsabilidades familiares producen mayores riesgos.
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- Los factores hormonales influyen en el ámbito laboral: el embarazo, la lactancia, y suelen estar más sujetas al acoso sexual y moral.
- Se las valora más por sus hormonas que por sus neuronas.
- Las mujeres conforman un 40% de la población económicamente activa y con iguales condiciones laborales. El 71% de ellas tienen un ingreso promedio menor que los hombres, según informe de la ONU.
- En el sector privado ganan un 46% menos que los hombres, en el sector público un 11% menos
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- En las 400 empresas líderes en Argentina, los puestos gerenciales son ocupados en un 16% por mujeres.
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- Las condiciones de construcción de la subjetividad en las mujeres ayudan a que ellas acepten condiciones desfavorables de trabajo y que a la mayoría se les hagan invisibles.
- El sentimiento de obligación y sacrificio en la mujer predomina sobre el ideal de igualdad.
- No contabilizan las horas de trabajo hogareño como horas de trabajo, que implica una doble jornada laboral.
- Los horarios de los puestos más altos están diseñados de modo que las mujeres con roles domésticos de esposas, madres y amas de casa no los pueden cumplir.
- Los estereotipos sociales acerca de las mujeres y el poder afirman que a las mujeres no les interesa el poder o que tienen miedo de ocupar lugares sobresalientes. Ese prejuicio es internalizado por muchas y lo repiten como propio.
- Las que sortean este a priori y ocupan lugares "masculinos" deben afrontar el doble de exigencias y además riesgos como el acoso moral y/o sexual.
- Si cometen errores se lo atribuye al ser mujer y no a lo que corresponde al entrenamiento, experiencia previa o conocimientos.
Prevención:
- Las mujeres que tienen mejor vida son aquellas que tienen: más empatía, son más eficientes intelectualmente y, sobre todo, son menos hostiles con sus pares.
- Son más lógicas, planificadoras y con relaciones optimistas y confiadas con los demás.
Rasgos de personalidad que facilitan resiliencia y energía emocional:
- Robustez personal, flexibilidad, apertura emocional, buena autoestima, bajo nivel de enojo ante el estrés, iniciativa y autonomía.
- Control cognitivo, indicador temprano de capacidad organizadora y calma.
- Un pensamiento multidimensional y pluralista. Pensamiento con alternativas, no soluciones fijas.
- Vínculos confiables y tendencia a formar lazos sociales.
* Psiquiatra y psicoanalista. Presidenta del Capitulo de Psiquiatría Preventiva de APSA y miembro de APA.
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