Comenzó hoy en Francia el juicio contra cinco directivos de la firma francesa Poly Implant Prothèse (PIP), acusados de engaño agravado y estafa por haber fabricado implantes mamarios con un gel de silicona impropio para uso médico, que habría llegado a más de 30.000 mujeres en Francia y otras decenas de miles en el extranjero.
Perfilando deseos
Las mujeres que se presentaron como demandantes en este proceso son 5.250, francesas en su mayoría, muchas de las cuales asistieron al proceso que comenzó hoy en en el tribunal correccional de Marsella (sur de Francia).
Entre ellas, Angela Mauro, de 47 años de edad, que viajó desde Metz (nordeste de Francia) para asistir a los tres primeros días del proceso. Sus prótesis, implantadas en 2003, se fisuraron dos veces produciéndole dolores y obligándola a cambiar de empleo. "Espero que se nos considere víctimas y no solamente como mujeres que quisieron ponerse prótesis", dijo a la prensa, según reportó la AFP.
Los papás de hoy
Hasta el 17 de mayo el tribunal analizará cómo PIP pudo utilizar en sus prótesis durante diez años un gel de silicona no autorizado para uso médico, pese a los controles de la firma certificadora alemana TÜV. Y deberá determinar las responsabilidades de los cinco acusados, que podrían ser condenados a cinco años de prisión.
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