Thursday 18 de April de 2024
DECO | 18-02-2013 15:39

El arte que hace diferencia

El departamento en Recoleta del arquitecto, decorador, artista y afamado orfebre Celedonio Lohidoy celebra la estética en todas sus facetas. Galería de fotos.

El mundo interior de Celedonio Lohidoy ha de ser un laberinto de imágenes bellas y mágicas que mezclan la naturaleza y la invención. Su departamento refleja un espíritu  creativo, hipersensible, donde cada objeto es una búsqueda, una sensación y un anhelo.

Su pasión por Africa y el hechizo de lo esencial así como la fascinación por los bosques  encantados y los objetos fetiche son manifiestas. Allí están las réplicas de faros  marítimos en bronce y una esfera negra, su favorito, que simboliza el principio y el fin, el misterio.

Imposible enumerar la profusa ambientación y decoración de la casa de este  reconocidísimo artista y orfebre. “Si desarmás alguno de los collares que hago, cada pieza no vale nada. Pero la magia está en cómo la mezcla embellece”. Y su departamento es eso: magia pura.

El les da rienda suelta a sus ideas; su personalidad y sus pasiones son el sello distintivo de su decoración. Lo teatral, la fantasía, el mundo de la ensoñación, aparecen en todos los ambientes. Una casa cálida, de colores invernales,  repleta de detalles exquisitos, es el refugio perfecto, un mundo encantado o idílico, a la medida de la imaginación de su dueño.

Celedonio también es arquitecto y refaccionó este departamento antiguo para crear un gran espacio donde conviven el living y un lugar para la lectura y el relax. La biblioteca tiene un importante protagonismo, al igual que el gran sofá circular; en cada objeto late personalidad. Protagonista absoluto de un rincón, la imagen de un muchachón tatuado  obre un sillón acebrado (obra de José Pereyra Lucena), rey absoluto, se codea con retratos de distinguidos ancestros, y transmite desparpajo y humor.

El comedor, con una mesa de madera hecha por él mismo, es íntimo. Una hilera de troncos de abedules plateados separa el comedor de la sala y ofrece perspectivas y sorpresa. Se respira un sentimiento religioso en su cuarto, los crucifijos, antiguas  madonas y la intensa mirada de la gran foto del tigre, inspiran serenidad, otra vez gracias  a las mezclas que sueña su personalidad.

Pero nada es solemne, una cinta métrica de  madera atraviesa una pared, una patas diminutas penden de una taza colgada al revés de  la pared, esculturas, bichos y hadas sorprenden y es fácil imaginar a esa casa cobrar  vida a través de los objetos. Son el mundo que acompaña a Celedonio, dueño de una casa absolutamente personal en el mejor y amplio sentido de la palabra.

Mirá todas las fotos haciendo click aquí.

Textos y producción: Cecilia Perkins

Fotos: Néstor Grassi

Nota publicada en el suplemento Home del diario PERFIL.

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