Sin dudas Máxima de Holanda fue quien ostentó el atuendo más llamativo, con blusa y falda pero el toque estaba en el fascinator, con una enorme pluma.
Un "real" estilo: dejarse las canas
Por su parte, Letizia de Asturias nuevamente eligió un modelo rosa empolvado con capelina, firmado por Felipe Varela, su modisto de cabecera.
El vestido de la novia, espectacular en color champagne. La belga Stephanie Lannoy se decantó por el modisto Elie Saab, el libanés que con Rania de Jordania como modelo ha conquistado a toda la realeza y el mundo del espectáculo.
El largo elegido en general fue el tres cuartos, mucho mono tono y casi nada de estampados y la paleta de colores entre los grises y ocres.
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