Como sucede con la moda que permite que cada una se vista con el estilo que mejor la representa, las novias hoy pueden llevar el vestido que más tenga que ver con su personalidad, su edad y sus gustos personales. Al tradicional vestido blanco y largo se han sumado muchísimas propuestas que van desde vestidos más cortos hasta modelos más coloridos (nude o algunos tonos pasteles).
Lo mismo sucede con el peinado del momento para dar el sí. Ya no es necesario pensar en un recogido clásico y conservador. Hoy vale casarse con el pelo suelto y ultra natural, lacio o con rulos, con recogidos descontracturados, con trenzas, con grandes chignones. Y algo más: con todo tipo de accesorios, desde tiaras hasta vinchas y tocados en versión XL.
"Es fundamental no disfrazarse de novia", comenta Sergio Lamensa. "Cada mujer tiene que reconocerse en el peinado que elija. Por eso creo que no es un momento para grandes innovaciones en cuanto a cortes y colores. Las novias generalmente se estresan mucho a medida que se acerca la fecha y, si hacen un cambio radical que luego no les gusta, en general no hay tiempo para volver atrás. Por eso, cuanto más natural mejor y esta consigna también se adapta al vestido y el make up".
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