Por Sara Zusman de Arbiser (*)
Los niños y los adolescentes son fácilmente seducidos por las inducciones que los incitan al consumismo: "Adicción al consumo en general". Se consigue a través de estrategias de marketing que giran en torno a meterse en la mente de un niño y que tienen como objetivo incitar al consumismo.
Originalmente las cirugías estéticas comenzaron para mujeres "grandes" que querían lucir más jóvenes. Hoy el mercado consiguió, bombardeando los medios, que se extendiera a mujeres cada vez más jóvenes.
Entre los procedimientos más requeridos por estas niñas/adolescentes se encuentran los rellenos con ácido hialurónico para engrosar labios, el botox, cirugías de nariz e implantes mamarios. Todo esto en una edad en que todavía no finalizó el crecimiento.
Los cirujanos plásticos afirman que madres y padres apoyan y a veces sugieren que sus hijas hagan estos tratamientos. ¿Qué pretenden? Es una manera de lanzarlas a una sexualidad precoz cuando aún son niñas. Esta pseudo adultez no está acompañada por un desarrollo acorde del aparato psíquico.
Desde el cuento de Cenicienta en adelante, el ideal femenino transmitido por muchos padres es que lo único que importa para el éxito femenino es ser muy hermosa y conseguir un príncipe con dinero. Estas familias no estimulan a las hijas mujeres para el estudio y el trabajo como sí lo hacen con los hijos varones. Les enseñan a lucrar sólo con la belleza.
Es preocupante la sobrevaloración que se hace socialmente de la belleza y la juventud. Es terrible la presión que se ejerce especialmente sobre las mujeres, a las que se les inculca que lo único importante es tener o aparentar tener no más de veinte años, no tener arruga alguna en la cara y mantener el cuerpo según los dictados de la moda de turno. Es un mensaje nefasto y empobrecedor.
Claves para lograr una logenvidad saludable
* Psiquiatra especialista en niños, adolescentes y Familias. Miembro de la Asociación Psicoanalítica Argentina (APA)
Galería de imágenes
Comentarios