El flamenco es casi una excusa, pero es a través de esta música es que niños y grandes de comunidades tobas del Impenetrable chaqueño realizan actividades culturales, musicales y hasta de producción y comercialización.
Un "real" estilo: dejarse las canas
Se trata del proyecto flamenqom, una iniciativa de algunas ONG que trabajan en la zona, entre ellas la que preside la cantante Patricia Sosa. Y entre sus actividades, se desarrollan talleres para que los niños tobas aprendan a tocar el cajón flamenco, aprendan su ritmo, lo que no es más que una herramienta de integración cultural en el lugar.
Esa es la excusa, decíamos, y a través de ella también se desarrolló un taller de fabricación y comercialización de cajones flamencos.
“La música, y en concreto el flamenco, como herramienta de integración cultural con la puesta en marcha de un conjunto de escuelas musicales para los niños y niñas de la Comunidad del Impenetrable a partir de un método de enseñanza de palos flamencos ya desarrollado”, se explica en la página de Flamenqom.
¿Los objetivos? “Sumar cultura toba y criolla para incorporar nuevas actividades industriales y artesanales que tengan un impacto económico y social en el ámbito de la comunidad del Impenetrable; generar proyectos de futuro desde la población toba hacia la comunidad del Impenetrable; y reducir la pobreza y la exclusión social de los jóvenes”.
y los principales hitos para su correcto funcionamiento:
El proyecto -llevado a cabo por la Fundación Pequeños Gestos Grandes Logros (de Sosa), Voces y la Fundación Flamenco Vuela-, ya lleva 16 meses en marcha. Actualmente, hay dos talleres funcionando con 324 alumnos, se fabricaron 116 cajones y se vendieron 86.
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