Con la apertura de la temporada llegó una nueva línea al mercado de la indumentaria: Charlotte de Prusia, de la mano de su alma máter Cecilia Cociancih.
La diseñadora aprovechó el marco del BafWeek para presentarse en sociedad, con una historia de varios años en la industria de la moda y un momento personal en el que sentía que tenía que dar el salto.
La marca, Charlotte de Prusia, cuenta Cocianich, surgió de un mix entre el nombre de su padre, ya fallecido y que la apoyó siempre con el romanticismo de Prusia: una mujer fuerte, valiente e hiperactiva que no por ello deja de lado su femineidad.
Con gran expertise en marcas de indumentaria de hombre, la diseñadora confiesa que la sastrería es su gran punto de partida. "Se complica un poco con la importación cuando querés trabajar materiales exclusivos. El belour, por ejemplo, viene de Italia. Los botones son otro tema, los que llegan de China se encuentran en todos lados y cuesta mucho conseguir diseños exclusivos". En esta colección se utilizaron géneros asedados, algodones peruanos, gabardinas, pana y paños.
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Consultada sobre el rango de precios que maneja su colección, Cociancih dice "me interesa que la marca se conozca, hago muchas cosas yo y abaratás, por ejemplo, en moldería. Muchas veces la costura la hago yo misma". Sobre la curva de talles, trabaja con la habitual pero la está extendiendo al XXL debido a la demanda.
Su idea es reconstruir lo femenino a través de prendas de la llamada "segunda piel" como las camisas, con muchos detalles. Su caballito de batalla son los chalecos, muy artesanales y con diseños únicos (no hay uno igual al otro). Los abrigos, infaltables, en géneros nobles.
Mirá los modelos de la colección en la fotogalería.
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