Es la mujer más poderosa de España y la que más mando acumula desde los tiempos de la Reina Isabel. Y mientras se ocupa de su trabajo como vicepresidenta española, siempre se las arregla para cumplir su rol de madre de su hijo Iván, un bebé que apenas acaba de cumplir 4 meses.
Un "real" estilo: dejarse las canas
Soraya Sáez de Santamaría, la cara bonita del ajuste que impulsa el presidente Mariano Rajoy, apaga su computadora cada tarde cerca de las ocho de la noche, sale del complejo presidencial y regresa a su casa junto a sus escoltas, a donde llega justo a tiempo para bañar a su bebé.
Es la primera vez que una mujer que asume en el gobierno debe a su vez compartir su intenso trabajo con el cuidado de un hijo recién nacido. Según la jefa de gabinete de la vicepresidenta, María Pico, Sáez de Santamaría puede ocuparse de su trabajo y su bebé al mismo tiempo “con roganización”, destaca el diario español El País.
La ahora vicepresidenta española cumplió hasta el último día de su embarazo con trabajo, primero en el Congreso y luego en la campaña electoral, por lo que el nacimiento de Iván está ligado estrechamente a la actualidad política.
El bebé nació el 11 de noviembre pasado en plena campaña y a solo 9 días de las elecciones que le dieron la victoria a Rajoy, por el Partido Popular (PP), y la ubicó a ella en la vicepresidencia.
Pero su reciente parto no la detuvo para participar de los actos del día de las elecciones: su primera aparición pública tras el nacimiento de Iván fue la misma noche electoral, en el balcón de la sede del PP en Madrid. De inmediato se puso a trabajar, sin cumplir con los días de licencia por maternidad.
Santamaría ha llegado a su puesto por su propio esfuerzo personal. En ocho años, ha pasado de ser una diputada desconocida a ser la número dos de la misma lista, justo después de Rajoy.
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“Es una máquina de trabajar”, aseguran en su entorno. Y se nota, no sólo es la mano derecha de Rajoy, sino que además debe ordenar su trabajo diario con el del cuidado y la crianza de su pequeño hijo.
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