Tuesday 23 de April de 2024
CUERPO & ALMA | 07-02-2012 16:30

Sexo y alcohol: pareja de riesgo

¿El consumo de alcohol y la epidemia internacional de VIH/Sida están asociados? Los resultados de un estudio.

Por Tesy De Biase (*)

Un estudio publicado en enero en la revista científica Addiction define: "beber tiene un efecto causal sobre las probabilidades de participar en sexo no seguro y por lo tanto se debe incluir como un factor importante en los esfuerzos de prevención del VIH”.

El autor principal del estudio, Jürgen Rehm, del Centro de Salud Mental y Adicciones de Toronto, Canadá, le explica a Perfil.com cómo el alcohol atenta contra la libertad de acción e influye en el proceso de toma de decisiones: “Reduce la capacidad cognitiva y disminuye tanto el proceso de planificación de las acciones como la capacidad de resolver problemas.” Quien toma más de lo que su organismo puede metabolizar queda atrapado en situaciones que no es capaz de resolver. Como frenar cuando es necesario –en una ruta si está manejando y en la cama si tiene que usar un preservativo-.

“Es tan fuerte la cultura del alcohol, que lo raro es no tomar. El tema se compolica entre los que escabian para romperse la cabeza… porque pueden rompérsela literalmente, advierte Rodrigo E., estudiante universitario de 19 años. Y grafica ese cruce entre diversión y tragedia con la experiencia de un amigo que “durante una fiesta estaba tan borracho que se subió al techo de una fábrica abandonada; la escena fue muy festejada por todos, hasta que se cayó de una altura equivalente a un segundo piso. Tuvimos que llamar a los bomberos para salvarlo, y terminó con un brazo roto y casi pierde un ojo…”

“El alcohol actúa sobre el organismo en dos fases”, alerta el Doctor Wilbur Ricardo Grimson, ex Secretario de Programación para la Prevención de la Drogadicción y la lucha contra el Narcotráfico (SEDRONAR) y director de la Fundación de Prevención Social. “Los chicos lo consumen por el efecto inicial, que ellos ven como una fase liberadora, pero se intoxican por el efecto que ocurre posteriormente, que se asocia con una degradación de la sexualidad. Además, empiezan tomando alcohol, que se supone inocente cuando no lo es en ningún sentido, porque es la puerta de entrada al consumo de drogas. Aproximadamente el 25% de los chicos que empiezan a tomar o consumir como parte de un juego o de un ritual de pertenencia, quedan atrapados. Son sustancias definitivamente adictivas”.

El licenciado Aldo Dománico, Coordinador del Programa Nacional de Prevención frente al uso excesivo de Alcohol -que depende de la Dirección Nacional de Salud Mental- propone recortar los excesos con propuestas de diversión alternativas: “Una noche alternativa implica diversión sin excesos. El slogan sería “que vuelva la fiesta y que pare el reviente”. La idea es que nos divirtamos, no que quebremos. A veces los pibes se ponen a chupar alcohol en una esquina o en una casa porque no saben qué hacer. Si hay uso de alcohol que se den cuenta cuando están entrando en zona de riesgo. También tener presente cómo se metaboliza: el hígado de una chica de quince años no es lo mismo que el de una mujer de treinta y también tiene menos capacidad alcohólica el cuerpo de una mujer que el de un hombre. El proceso metabólico es distinto e ingieren la misma cantidad de alcohol que los varones cuando su organismo no lo metaboliza igual. Entonces multiplican la posibilidad de ser violentadas, de tener accidentes, y que si tiene relaciones sexuales sean de una forma muy poco placentera. El uso de sustancias genera dolor y genera pérdida de posibilidades de disfrute. La cuestión es cómo ayudamos a nuestros jóvenes a hacer uso de alcohol y preservativos sin dejar de disfrutar”.

Despertador para padres. “Hay mucha aceptación de los adultos sobre el uso de alcohol en la casa. Primero están transgrediendo la ley al permitir que un joven menor de 18 años compre alcohol y lo consuma. Con la excusa de lo cultural dicen “prefiero que tomen alcohol en casa y no afuera”. Es un error estratégico porque el uso de alcohol en casa hace que el chico salga en una condición de riesgo”, plantea Dománico.

Y el doctor Rehm, que también es profesor del Departamento de Psiquiatría en la Facultad de Medicina de la Universidad de Toronto, se interna en la responsabilidad de los adultos a la hora de aplicar estrategias capaces de controlar el consumo de alcohol en los menores: “evitar todas las ocasiones de consumo compulsivo y excesivo, un estricto fortalecimiento de establecer y hacer respetar los límites de edad y medidas en la que tiene que participar el medio, como no servirle jamás alcohol a una persona que ya tomó de más. Además apuesta a las reglas claras que definan los límites en las casas.

“Aprender a encender el botón de stop no es una sencilla cuestión de conocimiento porque de ser así la epidemia de VIH no seguiría propagádose en las sociedades modernas”, dice

Sara Jesica Parker como Carrie Bradshaw 20220419
Leé también
Empoderada al fin

Jürgen Rehm. “El truco es combinar conocimiento con ciertos “ayudamemoria” que son útiles in situ. Por ejemplo, ir a los lugares en donde se toma de más con un amigo; antes de llegar se discuten y anticipan las situaciones potenciales a ser evitadas, así llegado el caso el otro cumple la función de control”. Cada uno organiza sus estrategias para evitar el descontrol que provoca el alcohol, entre otros, sumarle riesgos innecesarios a un encuentro sexual .

* Especial para Rouge

Galería de imágenes

Comentarios