Reponerse después de una separación con tu pareja es algo difícil para todas. Las noches de llanto profundo y maquillaje corrido van de la mano con la sensación de desolación total (es el fin del mundo) y la tentación de llamarlo. Ahora, le tocó a la actriz Eugenia Tobal, que se está recuperando (según sus palabras) de una "enorme desilusión".
Pero atravesar un duelo amoroso es sano, siempre y cuando se pueda salir de él y seguir el camino. La psicóloga y escritora chilena Pilar Sordo afirma que "el dolor acompaña a las personas siempre a lo largo de su vida". Es que la misma que hoy da cursos de coaching emocional en todo el mundo tuvo que sortear varios momentos difíciles.
"Toda experiencia en la vida tiene sentido aunque sea horroroso o incorrecto, de todo uno tiene que aprender porque deja huella en el corazón", dice Sordo. "Un duelo claramente es una pérdida, cualquiera sea ella. Se puede perder una mano y el proceso que desencadena es muy parecido a cuando alguien se nos va de nuestro lado", agrega.
Para la psicóloga mediática, todo duelo consta de cuatro etapas. La primera es la etapa de shock. En esta etapa parece que nada fuera cierto, todo parece formar parte de una pesadilla que en algún momento va a terminar. Esto hace que las vivencias de dolor en no se vivan con gran intensidad, porque la persona parece bloqueada con la situación.
La segunda etapa es la de la bronca. En este momento ya hay más conciencia de la ausencia y por lo tanto, tiende a haber un momento rabioso en el que enfurecemos al darnos cuenta de la pérdida. A esta etapa le sigue la pena y todo el proceso de duelo se tiñe de una infinita tristeza. Y finalmente llega la etapa de la reconciliación del duelo: es cuando la persona que se fue vuelve para quedarse dentro de una con lo mejor que te entregó.
En total, según Sordo, estas etapas duran un año aproximadamente. El duelo puede durar más o menos que eso, pero una buena evaluación se podría hacer sólo después de ese tiempo. "Deberíamos aprender de los orientales, que no se preguntan pór que me ocurrió esto o aquello, sino que se preguntan para qué, ya que todo dolor trae una oportunidad", escribe en su sitio web.
Es frecuente, también, que en todo proceso de duelo existan dos fuerzas antagónicas. Una de ellas lleva a superar el dolor, a querer salir de ahí, pero hay otra que impide avanzar. Para superar esta fuerza opuesta, es necesario comprender que se puede ser feliz sin la persona que partió. Sin llegar a odiarla o guardarle rencor, debemos entender que todo sucede por alguna razón y apreciar lo que vivimos alguna vez. Algunas preferirán poner una distancia y no hablarse más, otros pueden mantener una buena relación con su ex. Lo cierto es que no hay fórmulas mágicas para terminar una relación pero sí es verdad que, como el músico uruguayo Jorge Drexler cita en una de sus caciones, "nada se pierde, todo se transforma".
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